lunes, 18 de marzo de 2013

38...

-Que ya lo sé, soy un desastre, una pesada, una cabezota y no dejo de hacer el gilipollas. Ya lo sé, no dejáis de repetírmelo- gritó ella a punto de estallar en lágrimas -¿A parte de todo eso tengo algo bueno o no?

-Tu sabrás, a lo mejor tienes que vomitar para ver tu cualidad- le dijo el medio enfadado.

Al oír eso le dio un pinchazo en el estómago. No podía creer que le hubiera dicho algo así. Sabía que tenía razón peor oírlo le dolía. Y mucho.

-¿Por qué has dicho eso?- dijo con un hilo de voz apenas audible.

-Porque es con lo único que te sientes bien, vomitando. Te crees que eso te va a cambiar y vas a ser mejor.

Llevaba razón, lo sabía. Pero lo estaba pasando mal y esas palabras la hicieron derrumbarse. Si él se las había dicho es porque la quería y se preocupaba por ella. No quería verla mal y ella no quería continuar con esto. Se estaba haciendo daño, a ella y a la gente que le importaba. No era justo, no iba a seguir así. Estaba decidido. A partir de ese momento iba a ser ella comiéndose el mundo, ella riendo a todas horas, ella sólo derramando lágrimas de felicidad. Ese era su único objetivo e iba a conseguirlo.



Gracias K.

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