miércoles, 28 de diciembre de 2011

18...

Enfrentarte a la muerte, verla de cerca, sentirla a tu lado; te hace valorar lo que tienes, lo que vives cada segundo de tu vida. Haber estado al borde de la muerte te hace recapacitar, te ayuda a luchar porque sabes que cualquier día puede volver a pasarte y seguramente no habrás hecho todo lo que habrías querido. El hecho de saber que todo lo que actualmente estás viviendo es por un golpe de suerte y podrías no estar haciéndolo, eso te hace plantearte metas, hace que quieras vivir todos los días como si fueran el último porque quizás lo sean. Si nunca te has enfrentado a la muerte no creo que puedas entender del todo este texto, pero yo ya llevo tres veces y cada una es una herida más profunda en mi corazón aunque aparentemente no se note, y sé que este texto no expresa todo lo que siento pero quizá te puedas hacer una idea de ello, y si algún día te pasa esto (Dios no lo quiera) me entenderás del todo.

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